Llamado urgente en Minnesota para detener el petróleo más destructivo del planeta

Treaty People Gathering

Enfrentamos un momento crítico de extinción que nos mira con ojos ardientes anunciando el desastre climático. Las compañías petroleras no pueden dejar de lado su adicción, no importa lo dañina que pueda parecer para quienes los rodean. Los países también continúan su dependencia en el petróleo aún cuando las consecuencias—desastres climáticos, sequía, cosechas fallidas, incendios forestales, pandemias, disminución de la biodiversidad—son mucho más costosas que las ganancias que los combustibles fósiles puedan generar. Aún cuando instituciones como la Agencia Internacional de Energía, un organismo creado en 1974 para «garantizar la seguridad petrolera» a nivel mundial acaba de declarar que se debe abandonar los combustibles fósiles por una transición hacia energías alternativas.

El crudo pesado de Alberta, Canadá, denominado «la operación petrolera más destructiva» por National Geographic, es uno de aquellos proyectos zombies que sigue su curso a pesar de estar perdiendo más dinero cada año, mientras que inversionistas dejan atrás la industria. Segúna una investigación de Yale Climate Conections, grandes petroleras como Shell y BP se han retirado del negocio y 57 instituciones financieras declararon que frenarán su inversión en las arenas bituminosas de Canadá.

Las tuberías de crudo pesado atraviesan el hemisferio norte a través de paisajes prístinos y fuentes de agua esenciales, poniendo en riesgo la vida de los pueblos indígenas y de todos los habitantes de este planeta. Scientific American calcula que el petróleo de arenas bituminosas tiene emisiones de gases efecto invernadero mayores que las de Nueva Zelanda y Kenia, combinadas, y que producen un 14 por ciento más de emisiones que el petróleo convencional. Lo ha hecho así no sin resistencia, sin embargo.

En 2016, líderes indígenas que comparten la frontera entre EE.UU. y Canadá firmaron el Tratado de Alianza Contra la Expansión de las Arenas de Alquitrán «para prohibir oficialmente y acordar desafiar y resistir colectivamente el uso de nuestros respectivos territorios y costas en relación con la expansión de la producción de las Arenas de Alberta». Desde entonces, gracias al activismo de miles de ambientalistas indígenas y no indígenas, dos proyectos de oleoductos, Northern Gateway y Energy East, fueron cancelados, así como la extensión del oleoducto Keystone XL por orden de Biden, el permiso de la Línea 5 de Enbridge fue revocado recientemente y activistas están trabajando sin descanso para cerrar la Línea 3 de Enbridge.

Fuente: www.treatyalliance.org

«Treaty People Gathering», una reunión para salvaguardar la vida

En el estado de Minnesota, las mujeres indígenas han estado liderando la lucha contra la Línea 3 de Enbridge durante los últimos siete años. El 18 de mayo, Dawn Goodwin de RISE, Tara Houska de Giniw Collective, Winona LaDuke de Honor the Earth y Taysha Martineau del Campamento Migizi, anunciaron planes para expander la lucha contra la expansión de la Línea 3 e invitaron a activistas a unirse a la Treaty People Gathering entre el 5 y el 8 de junio en el norte de Minnesota.

La construcción de la tubería de la Línea 3 ha sido promocionada por Enbridge como un proyecto para reemplazar una tubería vieja, pero su propia documentación muestra que uno de sus principales objetivos es aumentar la capacidad de flujo de 390.000 a 760.000 barriles por día. El nuevo oleoducto atravesaría 227 lagos y ríos a lo largo de 483,000 kilómetros, incluido el río Mississippi. Winona LaDuke dice que la Línea 3 viola los derechos de la Nación Ojibwe a cazar, pescar y recolectar que retuvieron en virtud de los tratados firmados con el gobierno de Estados Unidos a fines del siglo XIX.

“La crisis climática niega nuestros tratados porque pone en riesgo nuestra forma de vida”, dijo Dawn Goodwin. Tara Houska hizo eco del sentimiento colocándolo a nivel de genocidio cultural. LaDuke explicó que durante los últimos siete años han tomado todas las medidas legales posibles, múltiples acciones y sufrido más de 200 arrestos para intentar detener la construcción de la Línea 3, pero aún mantienan la esperanza de poder presior a Biden a que frene el proyecto. Es por eso que están llamando a todos sus aliados en defensa por el medio ambiente a unirse a ellos en Minnesota del 5 al 8 de junio para una serie de acciones colectivas.

A diferencia de Standing Rock, los organizadores del Treaty People Gathering no planean mantener un solo campamento para resistir el oleoducto, sino 22 campamentos diferentes para proteger 22 ríos.

“Les pedimos que se solidaricen hoy con nosotros y para la generación que vendrá”, dijo Houska, quien fue detenida junto con otros activistas a fines de marzo por resistirse a la construcción del oleoducto.

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Taysha Martineau, líder del Campamento Migizi para resistir la sección del oleoducto que se está construyendo en la Reserva Fond Du Lac, recordó a la gente que los proyectos extractivos en las comunidades indígenas siempre traen violencia contra las mujeres, quienes ya sufren violencia sexual y asesinatos a un ritmo alarmante. “Hay un aumento del 22% en estas estadísticas cuando se construyen oleoductos en nuestras comunidades. La gente no debería vivir con miedo en nuestras tierras ”, dijo.

“La Línea 3 tendría el impacto climático de 50 nuevas plantas de energía de carbón, operando a todo vapor durante décadas. Debemos resistir. Únase a nosotros en el norte de MN”, twiteó el Minnesota Interfaith Power and Light. Es una de las casi 50 organizaciones de esta coalición que mantienen la esperanza de presionar al presidente Biden para que use su poder ejecutivo y cancele la Línea 3, de una vez por todas.

¿QUÉ ES LA LÍNEA 3?

Fuente: Honor the Earth, con subtítulos por Awasqa

PARA MÁS INFORMACIÓN:

Visita Stop Line 3 y el Treaty People Gathering