Awasqa: Ustedes participaron en la COP26, estuvieron ahí, cuéntanos un poco de cómo fue la vivencia para las organizaciones.
Andrés Tapia: Participamos como parte de la estructura regional de la COICA (Coordinadora de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica), como parte de los nueve países representados en la cuenca amazónica, por eso como organización regional pudimos participar en la COP26. Fue una participación importante, porque hubo una articulación orgánica entre las representaciones de los nueve países, junto a la dirigencia de la COICA, como una acción planificada y previamente coordinada, y de incidencia conjunta entre toda la escritura. Hubo mucho interés de los estados que anuncian fondos para la conservación y para pueblos indígenas.
Awasqa: ¿Cuál fue el perfil de la participación de ustedes en la COP26?
Andrés Tapia: Nosotros no fuimos parte de las negociaciones de los estados. Tuvimos una agenda de incidencia, en eventos paralelos, ahí hicimos pronunciamientos, posicionamientos y planteamos la exigencia de que se cumplan los compromisos pactados. Muchas de las cosas requieren de más presión. Tendríamos que evaluar la COP 26 más en detalle, hubo muchos anuncios y ofertas, pero eso no garantiza que haya un pronto cumplimiento de los compromisos ambientales. Nosotros creemos que aún hay que evaluar.
Muchos sectores han dicho que no hay resultados favorables, sobre todo en los compromisos de disminución de emisiones de carbono. Yo creo que hay que hacer una evaluación profunda. Nosotros tuvimos una participación positiva, pero nosotros no ponemos las manos en el fuego por los estados, cuando hemos visto a lo largo de todos estos años han hecho muchos ofrecimientos y no han cumplido.
Nosotros fuimos parte de las distintas acciones que se dieron. En la marcha del clima del 6 de noviembre, fue una marcha masiva, de cerca de 100 mil personas, además de la marcha, hubo una serie de acciones de incidencia, protestas, y ruedas de prensa. Lo más importante para nosotros fue la articulación entre las organizaciones indígenas y sociales. Hubo una participación muy fuerte de organizaciones indígenas de varios continentes, la participación de la sociedad civil europea y de otras partes del mundo, creo que eso fue lo más destacado, logramos desarrollar una agenda conjunta de incidencia, que ya es un avance importante.
El compromiso más importante es que logramos una articulación que va más allá de lo coyuntural, o de la COP26 en torno a la justicia climática. Un posicionamiento fuerte de las organizaciones indígenas provocó los anuncios de los estados, veremos si cumplen. Lo que ahora sí hay es un reconocimiento implícito de que las comunidades indígenas estamos aportando al equilibrio planetario y ayudamos a detener el cambio climático. Creo que ahora ya hay un reconocimiento tácito del rol que las organizaciones indígenas están cumpliendo.
Awasqa: Hay un esfuerzo sistemático de los estados nacionales por romper el sistema de contrapesos creado por la sociedad civil a través de las organizaciones de protección al medio ambiente, comunidades originarias, pueblos y nacionalidades. En esta ofensiva hay una obstaculización de los financiamientos a las organizaciones, ataques e inclumplimientos de los compromisos internacionales.
Andrés Tapia: Nosotros conocemos de cerca lo que pasa en nuestro países, en el caso de latinoamérica, las organizaciones hemos sido muy enfáticos en denunciar el doble discurso de los estados. Por ejemplo el estado ecuatoriano, aprovechó el espacio para, de alguna manera, limpiar su imagen, o reverdecer su imagen. Pero sabemos que más allá de lo que anuncian, muchas cosas no son coherentes en la práctica.
Por ejemplo decía, el gobierno de Ecuador, que anunció la creación de una reserva marina en las Islas Galápagos, que es una cuestión que por supuesto es importante. Al mismo tiempo, denunciamos en la COP26 que el mismo gobierno está auspiciando la ampliación de la frontera extractiva, a través de dos decretos, 95 y 151, que lo que hacen es ampliar la frontera petrolera. Estamos hablando de un doble estándar, en el que tratan de mostrar una imagen amigable con el ambiente a través de la creación de la reserva marina, pero por otro lado buscas afianzar el extractivismo con decretos petroleros y mineros que amplían la frontera, y que por supuesto van a impedir que se cumplan con los objetivos climáticos. Todo lo contrario, van a agudizar la deforestación y las emisiones de carbono. Nosotros cumplimos el rol de ser una veeduría constante a los anuncios, a las agendas gubernamentales.
PARA MÁS INFORMACIÓN:
- See COICA’s “Amazon for Life” initiative
- See Cuencas Sagradas and the 2030 Bioregional Plan
- CONFENIAE and Lanceros Digitales
Pueblos indígenas exhortan a los gobiernos en la COP26 acción urgente para proteger la amazonía como medida de emergencia ante la crisis climática.
En el inicio de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26), líderes y lideresas indígenas levantan sus voces para informar al mundo que la Amazonía ha llegado al punto de no retorno. Advierten que los marcos vigentes para la mitigación del cambio climático han sido insuficientes para frenar la destrucción del bosque tropical más extenso del planeta. Frente a este escenario, proponen acciones para proteger la cuenca y los pueblos que habitan en ella, como medida urgente ante la crisis climática planetaria.
Varias investigaciones (RAISG 2020, FAO-FILAC 2021, WWF 2021, UICN 2021, entre otros) reconocen el rol fundamental de los pueblos indígenas en la conservación de la naturaleza. Por lo tanto, la garantía de sus derechos representa una estrategia vital para detener los daños ambientales que incrementan el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el riesgo de nuevas pandemias. Los pueblos indígenas con el conocimiento que mantiene a la Amazonía viva, deben ser integrados dentro de los planes de los Estados para activar estrategias contra la crisis climática. Un planeta sin Amazonía es inviable.
La investigación realizada por la coalición de la Iniciativa “Amazonía por la vida: protejamos 80% al 2025” liderada por la COICA, establece que el 72% de la Amazonía aún contiene sitios con una funcionalidad y representatividad ecológica muy alta. Estas áreas anidan 203 millones de hectáreas de bosques primarios. Es necesaria la protección inmediata de estas áreas a la vez que es imprescindible restaurar al menos el 8% de la Amazonía para crear conectividad en el 72% antes mencionado.
Ya en territorio, la integridad de los ecosistemas depende de acciones mancomunadas e integrales. Fany Kuiru, Coordinadora de Mujer y Familia de la Organización de Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana – OPIAC, expresó que “es imprescindible reconocer la contribución fundamental de las mujeres originarias en la gestión, la restauración, reforestación y cuidado de los territorios, para mantener las selvas en pie y mantener estable el ecosistema amazónico. Las mujeres estamos apoyando a nuestras organizaciones para preservar nuestros saberes y conocimientos ancestrales con las nuevas generaciones, garantizando nuestra pervivencia biocultural y la de toda la Amazonía”.
Necesitamos que los gobiernos, las empresas y sociedad civil se comprometan a cuidar la selva. Más aún, que en esta COP 26 las soluciones tomen en cuenta a los pueblos indígenas, porque somos quienes hemos conservado los territorios. Sin los pueblos indígenas no se van a lograr los Acuerdos de París ni los Objetivos del Desarrollo. No es posible que se decida sin consultar a quienes hemos sido vulnerados por la destrucción de estos territorios. Los líderes reunidos en esta COP no pueden presumir un éxito que deje fuera a los pueblos indígenas. Sería inaceptable, y un fracaso para la humanidad”, agregó Mirabal.
Desde el 1 al 12 de Noviembre, participarán de esta conferencia mundial los dirigentes del Consejo de Gobierno de la Confeniae así como delegados de varias organizaciones de la región amazónica para incidir y posicionar ante la opinión pública los desafíos y debates centrales de la agenda por una justicia social, climática y ambiental, ya que se necesita el compromiso real y concreto de los estados miembros para disminuir en un 50% las emisiones de gases de efecto invernadero en los próximos 8 años a fin de disminuir en 1,5 grados el calentamiento global a nivel planetario, de acuerdo a las últimas cifras y estos dos a nivel mundial. Este compromiso ambiental ya lo venimos cumpliendo los pueblos originarios siendo una tarea inminente para los gobiernos el asumir con seriedad y responsabilidad esta meta climática ante el claro punto de no retorno en el cual nos encontramos.