Medicina ancestral Amazónica contra el COVID-19

Fuente: Bryan Garcés, Lanceros Digitales

En el Ecuador, al igual que muchos países de Latinoamérica, debido a la inequidad globalizada de acceso a las vacunas contra el COVID-19, tan sólo 10% de la población ha recibido ambas dosis de la vacuna. Los pueblos originarios, con mínimo acceso a atención clínica, son poblaciones particularmente vulnerables al virus y saben que no pueden bajar la guardia. 

Un estudio recientemente publicado por la Organización Mundial de la Salud gracias a pruebas de coronavirus realizado en 2020 por la Universidad de las Américas en Ecuador, en colaboración con la Organización Waorani de Pastaza, la Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana y Amazon Frontlines, encontró brotes de COVID-19 en 12 de 14 comunidades de la región amazónica. La medicina ancestral se convirtió de esta manera esencial en las comunidades indígenas para reprimir el virus.

Escucha a Indira Vargas hablar sobre este trabajo.

Indira Vargas, mujer kichwa de 30 años que durante la parte crítica de la atención a la pandemia fue vicepresidenta de la comunidad Kichwa de Unión Base de la Provincia de Pastaza, Ecuador, tuvo la iniciativa de documentar la medicina ancestral que las mujeres han estado utilizando para combatir el COVID-19. Como heredera del conocimiento ancestral adquirido en su comunidad, y con ayuda de su preparación académica, ha publicado este trabajo en un “Manual de uso ancestral de plantas medicinales para la mitigación del COVID-19 en comunidades Kichwas Amazónicas” y espera sea de utilidad para otras comunidades indígenas.

“Al principio no sabíamos de qué se trataba esta enfermedad y realmente nos asustamos mucho con las informaciones que venían desde el exterior, todo era como en las películas de epidemias”, dijo Indira en una entrevista con Awasqa.

Indira cuenta que durante la emergencia les tocó una responsabilidad muy grande, asumir responsabilidades, ayudar a su gente. Como vicepresidenta a ella le tocaba gestionar la ayuda alimenticia y se dio cuenta de que la gente estaba muy enferma, que aquello no era normal. 

“En la comunidad, como medida de seguridad, cerramos las vías para que no haya mucha circulación de las personas. Pero el virus estaba en las personas. No teníamos el mayor resguardo, y la gente salía a la ciudad a comprar abastecimientos […] Los abuelos nos hablaron de las enfermedades históricas que llegaron a través de la colonización, de la conquista mismo: la fiebre amarilla, el sarampión, la viruela. Los abuelos ya sabían de estas enfermedades y ésta era una nueva que se venía a las comunidades. ellos dijeron que nosotros teníamos que estar preparados.”

Como en su momento lo documentamos en Awasqa, la inacción del estado nacional llevó a la gente a impulsar labor de iniciativas locales y la creatividad, apoyada en los conocimientos ancestrales, empezó a rendir frutos. Indira enfatiza que el liderazgo de las mujeres fue importantísimo para enfrentar el virus. “El manejo de plantas fue desde las mujeres, el sostenimiento fue desde las mujeres, la auto-organización fue desde las mujeres.” 

Las mujeres fueron a las chacras, a la selva, a extraer plantas y cortezas de árbol, todo insumo necesario en la preparación de medicinas. “Las mamás fueron a la selva y comenzaron con un preparado con cortezas, con hojas, la hoja del ajo, la guayusa, el chrikaspi. Esta medicina nos resultó bastante porque sí nos ayudó. Bajamos la fiebre, bajamos la densidad del dolor de las articulaciones, porque cada planta tiene sus principios activos”, cuenta Indira que también terminó en cama y aislamiento con el COVID-19 pero logró una pronta recuperación gracias a la medicina ancestral de sus abuelas.

FUENTE: Una producción Awana Colectiva, CONFENIAE

La idea de realizar el manual vino de su formación académica. Ella explica que los estudios de licenciatura en turismo de la Universidad Estatal Amazónica del Puyo, con una especialización en biomedicina, le ayudaron a expandir sus conocimientos científicos pero también a conocer herbolaria de otras regiones del país.

“Ahí conocí a otras mámas de la parte andina y yo les iba preguntando por las plantas,” nos cuenta. “He estado siempre de cerca con las ancestras, conocedoras de la medicina.” 

El manual, una labor de varios meses que incluyó la ardua traducción de las plantas del kichwa al español, le permitió documentar los saberes que las mujeres estaban poniendo en práctica durante la crisis, construido a partir de la recopilación de algunos autores de medicina, su propio conocimiento académico y colaboración con las abuelas que preparaban las recetas. Aunque la medicina natural del manual está basada en su mayoría en vegetación amazónica, Indira espera que los compañeros Shuar, los Achuar y los compañeros de otras nacionalidades puedan tomar este manual, mejorarlo y traducirlo a sus idiomas, y adecuarlo a su herbolaria local.

“Tener este conocimiento, en la comunidad, es una parte más de nuestras vidas, que va de la mano con el tema de la espiritualidad, que es el respeto a la naturaleza, a los animales, a los árboles grandes”, dijo Indira. “Para mí es muy importante tener sana la parte espiritual eso nos ayuda mucho, aquí en la comunidad, esa conexión que se tiene con la selva.”

En Awasqa agradecemos la generosidad de Indira Vargas, de su pueblo Kichwa, y difundimos el “Manual de Uso Ancestral de Plantas Medicinales” para que otros pueblos indígenas tengan la oportunidad de explorar las posibilidades terapéuticas de la herbolaria de su región, interpretando los usos de las plantas en su aplicación, hacia la etiología de la enfermedad y sus efectos, como era la intención original de su autora.

Manual_de_Uso_Ancestral_de_Plantas_Medicinales-1

Autores
Indira Vargas

Indira Vargas

Indira Vargas es una mujer Kichwa de la comunidad Unión Base de la provincia de Pastaza, Ecuador. Es Ingeniera en Turismo por la Universidad Estatal Amazónica de Puyo.

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