México: Proyecto Somos Negros de la Costa

Vaqueros. Foto: Sergio Navarrete 2015
Vaqueros. Foto: Sergio Navarrete 2015
DE LOS EDITORES: La tercera raíz en la formación del Estado-Nación es la raíz Negra/Afro de los esclavos traídos por los españoles. Durante la época colonial, demográficamente la primera población eran los Pueblos Originarios Indígenas, la segunda población en importancia numérica era la población de origen Africano, y la tercera eran los blancos de origen Europeo. México tuvo dos presidentes Negros, Don Vicente Guerrero y el General Juan Álvarez (llamado «el Pinto» porque sufría de vitíligo, y por las manchas blancas en su piel fue retratado como blanco). Hay un proceso sistémico de invisibilización social de esa tercera raíz que debe terminar, otorgando pleno derechos culturales, sociales, económicos, y políticos a la población afro descendiente mexicana. Por ello es relevante el trabajo de recuperación artística y cultural que realiza el Proyecto «Somos Negros de la Costa», cuyo material aquí reproducimos en Awasqa para ayudar a su difusión responsable y respetuosa. Originalmente publicado por: Proyecto «Somos Negros de la Costa»

Recuperación artística y cultural

Somos negros de la Costa (Músicos Jóvenes Afro-Mexicanos en Oaxaca) es un proyecto enfocado en la creatividad musical y en los modos de aprendizaje musicales como formas de empoderamiento dentro de la cultural política emergente de las comunidades Negras o Afro-Mexicanas en Oaxaca, México. El proyecto se ha establecido en el pueblo de Llano Grande La Banda y tiene como objetivo documentar, crear conciencia sobre el papel que juega la música en la comunidad juvenil, enriquecer su creatividad y sus habilidades de desempeño a través de talleres musicales, explorando una regeneración musical como objetivo a largo plazo. La Academia Británica ha proporcionado el financiamiento a través de las Becas Newton y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social ha brindado también su apoyo en infraestructura.
Máscara diablos lo de soto. Foto: Sergio Navarrete 2015
Máscara diablos lo de soto. Foto: Sergio Navarrete 2015
 

Talleres como proyecto educativo intercultural

Los talleres son el corazón de este proyecto educativo intercultural. Siguiendo el vaivén del mar Atlántico en las corrientes musicales históricas de África y México, jugamos en colaboración con niños y jóvenes al diálogo musical entre Mali y la costa negra de Oaxaca. Realizamos tres talleres de música con niños, niñas y jóvenes de Santiago Llano Grande, la Banda, y con músicos profesionales de México y Mali buscando las sonoridades afines que dieran aliento nuevo a la tradición musical de este pueblo costeño. Partiendo de instrumentos y repertorios de su propia tradición, el bote, la charrasca, la guacharasca, el cajón, la tarimba, el violín, la guitarra y el bajo quinto (véase su descripción en esta sección), y apoyados en la familiaridad de los niños con géneros como la chilena, el merequetengue, y el son de artesa, iniciamos un dialogo con las músicas de Mali que trajeron Lucy Durán, especialista en la música de la región subsahariana de África, y dos miembros del Trio Da Kali de Mali, Lassana Diabaté músico de balafón – instrumento ancestro de la marimba- y la cantante Hawa Kasse Mady Diabaté. Las melodías costeñas interpretadas por el balafón despertaron el espíritu profundo del son colonial en la voz de las maderas y mientras se reconocían los sones de los diablos se agregaba a manera de invocación las sonoridades de África. Los patrones de acompañamiento u ostinatos, tan importantes en la música maliense fueron la columna vertebral y el eco en el dialogo musical. La recreación de músicas tradicionales de los pueblos negros de la costa oaxaqueña y de Mali se puede ejemplificar con dos piezas que ilustran particularmente bien el dialogo musical entre culturas. La canción OaxacaO es una creación que toma la melodía del canto responsorial Mande Jokori Jokori y se canta con una letra en español alusiva al reconocimiento de las culturas afromexicanas como parte de la nación. Y a la inversa, se tomó el son Entrada de la emblemática Danza de Diablos como base armónica para una melodía Mandé que se llama Angatá (escuche audios de los talleres en esta sección). Los talleres están inspirados en los conceptos de la estética Mande. Por un lado el músico hereda la fuerza llamada Fasiya que lleva a la conservación de la tradición, y al mismo tiempo posee otra fuerza llamada Fadenya que es la creatividad individual, misma que da lugar a la competencia, a la innovación y que permite trascender al padre y a los ancestros de quienes hereda su oficio como músico (Eric Charry, Mande Music. Chicago and London, University of Chicago Press, 2000:57). De esta manera tomamos de la tradición los repertorios pero jugamos con ellos y dialogamos con instrumentaciones y texturas nuevas y combinamos estructuras a modo que “agregamos algo mas” a la tradición. El proyecto se propuso también reintroducir y fortalecer la presencia de instrumentos musicales que habían ya desaparecido o que están en vías de desaparición en la región, como son el violín, el bajo quinto y la tarimba. Se realizó un taller de laudería para enseñar a hacer instrumentos locales como el bote del diablo, el cajón y la tarimba. Las metodologías empleadas para le enseñanza-aprendizaje musical fue diversa, de acuerdo a las características de cada instrumento y a la experiencia pedagógica de los maestros. Las sesiones diarias se dividieron en dos momentos. En el primero se practicaron los instrumentos por separado por una hora y media, seguida de un descanso. En el segundo momento, se reunieron todos los músicos a ensamblar los instrumentos violines, guitarras, bajos quintos, balafones, tambores, tarimbas, botes y cariñanes, con las melodías, armonías y ritmos practicados previamente. Experimentamos también con la escritura musical de partituras “ad hoc” del repertorio local como guía didáctica para los maestros, las que se pueden usar y consultar en esta sección.
Danza de la Tortuga. Foto: Sergio Navarrete 2015
Danza de la Tortuga. Foto: Sergio Navarrete 2015

Música y danza de la costa afromexicana de Oaxaca

La música de los negros de la costa de Oaxaca se asocia inmediatamente a tres géneros populares, el corrido, la chilena y el merequetengue (escuche la chilena “silencio corazón, y el merequetengue “el poquilín” del repertorio del taller en esta página). El corrido es un relato de un hecho sobresaliente y frecuentemente trágico, y las relaciones y el romance español son sus ancestros (Gabriel Saldivar, Historia de la Música en México. Ed. Facsimilar, Gobierno del Estado de México 1980: 229-244). Hasta hace unas décadas las historias de sucesos importantes para la comunidad eran cantadas en los corridos, enalteciendo el machismo de los personajes involucrados en acontecimientos violentos, heroicos o humorísticos. (Gabriel Moedano Navarro, Atención pongan señores…. El corrido afromexicano de la costa chica”, Serie de la fonoteca no.38, INAH, CONACULTA, 2000:7). La chilena es un género musical de Chile que en aquellas tierras suramericanas se le conoce con el nombre de cueca. Este ritmo de baile llegó por mar a las costas del pacífico sur en México en las primeras décadas del siglo XIX y se conserva con mucha similitud en baile y ritmo a su género original. Rítmicamente se puede escribir en 6/8 con el patrón (1/4,1/8,1/8,1/4) con acentos en el primero y cuarto tiempo (tocado por el cajón o tambor rectangular) y alternando con compases de 3/4 . El baile es un zapateado sobre una tarima o artesa (tronco ahuecado), en parejas, dirigiendo el movimiento con un pañuelo en la mano e imitando el cortejo del gallo y la gallina. La chilena tiene coplas de cuatro versos repetidos y estribillo, asimismo puede haber interludios con versos humorísticos recitados alternando a manera de duelo entre hombres y mujeres (Thomas Stanford, El son mexicano, col. Sep 80, FCE, 1984:38-43; Carlos Ruíz Rodriguez, Versos, música y baile de artesa de la costa chica. San Nicolás guerrero y El Ciruelo, Oaxaca. El Colegio de México CONACULTA, 2004).
El merequetengue es un ritmo colombiano como lo es la cumbia y el vallenato. Los tres son ritmos que florecen en la costa chica de Guerrero y Oaxaca y los grupos y orquestas costeñas hacen sus propias composiciones como “el poquilín” y covers famosos como “La golondrina”. El merequetengue también es muy popular en el noreste de México entre los grupos de huapango norteño.»
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