
El mundo se tambalea. La indignación de la gente en los Estados Unidos es un grito desesperado por justicia en una sociedad que finalmente ha develado su histórico racismo e inequidad sistémicos. La muerte de Ahmaud Arbery, George Floyd y Breonna Taylor en manos de la policía es evidencia de la disparidad social y económica en curso en este país. La ira que se siente en las calles al ver a George Floyd, suplicando que lo dejaran respirar, es un reflejo de nuestra ira colectiva hacia un estado corporativo racista que no siente piedad.
Durante años, #BlackLivesMatter nos ha ayudado a todos a comprender el profundo significado de la violencia del estado corporativo en los EEUU, y nuestra irrenunciable voluntad de no dar un paso atrás. Nuestra resistencia no es negociable. La lucha diaria de otros movimientos sociales—que defienden los derechos de las mujeres, de género y diversidad sexual, de personas sin hogar, los inmigrantes encerrados en jaulas, el derecho a la autodeterminación de los Nativos, etc.—dan también testimonio de nuestra fuerza colectiva.
Hoy, como Awasqa, escuchamos #NoPuedoRespirar y también decimos #NoPodemosRespirar porque reconocemos que las mismas potencias corporativas en los Estados Unidos han sembrando el sufrimiento en todo el Abya Yala continental. Nuestras comunidades en general, y la Madre Tierra, luchan por respirar y por justicia.
Las comunidades Nativas que demandan al gobierno de los Estados Unidos para proteger sus territorios y recuperar fondos federales, las naciones indígenas en Colombia y Chile que usan redes de comunicación para denunciar la violencia estatal, el pueblo garífuna en Honduras que se auto-organiza para proteger y alimentar a sus comunidades, o las personas que luchan contra gobiernos capitalistas-extractivistas en Brasil, México, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Canadá. Todos estos son ejemplos de la fuerza de nuestras luchas, en medio de una pandemia, además.
Con pesar en el corazón, durante los últimos meses hemos visto en los EEUU una indiferencia absoluta y e incluso desprecio por parte de la administración Trump, a medida que aumenta el número abrumador de casos por el COVID-19 (1,7 millones) y el desempleo (42 millones). Pero Trump es solo un síntoma de un mayor problema: hay que ser claros, asumió el poder porque el sistema lo hizo posible, porque las corporaciones siguen vendiendo el Sueño Americano en una Cajita Feliz repleta de corrupción disfrazada de cabildeo, deuda disfrazada de oportunidad, pobreza disfrazada de libertad individual. #NoPodemosRespirar
Durante décadas, hemos visto al sistema capitalista neoliberal actuar sin ninguna preocupación por las comunidades más vulnerables. Durante siglos, hemos sufrido bajo los poderes coloniales que siempre priorizan las ganancias por encima de las personas, ganancias por encima de los niños, ganancias por encima de los ancianos, ganancias por encima de la Madre Tierra. #NoPodemosRespirar
Al reconocer que #BlackLivesMatter no está desconectado de la lucha por la democracia en Chile, que la violencia contra el Amazonas y las personas que mueren defendiéndola, están directamente relacionados con la violencia perpetrada por la policía contra Breaonna, George y Ahmaud, somos más fuertes. Mientras las corporaciones se engullen entre sí, practicando la autofagia, nuestros movimientos se reconocen y se ven reflejados en los ojos de los demás, en nuestro dolor, en nuestra ira, en nuestras luchas, en nuestra esperanza, en nuestra capacidad para crecer y sostener nuestras comunidades. También somos capaces, a diferencia de los poderes corporativos, de vernos reflejados en la Madre Naturaleza y en la sabiduría de nuestros ancestros. Es una fortaleza colectiva que nunca será robada, vendida ni comprada.