#OrangeShirtDay: Los sobrevivientes de los internados hablan, buscan la verdad y la sanación
El 30 de septiembre o el #OrangeShirtDay se ha convertido en Canadá, y lentamente en los EE. UU., en un día de resistencia y resiliencia para los varias generaciones de sobrevivientes de los internados indígenas: una cruel práctica colonial de separación de familias y niños, forzados a una «asimilación» en la sociedad capitalista cristiana blanca, que comenzó en la década de 1860 y duró más de un siglo.
Se estima que 150,000 niños fueron obligados a asistir a estas escuelas en Canadá, y más de 40,000 niños en los Estados Unidos, donde fueron sometidos a abuso psicológico, físico, sexual y genocidio cultural. En nombre de la «civilización» y la «modernidad», los niños fueron despojados de sus nombres Nativos, de sus vestimenta tradicionales y las pocas posesiones que tenían, así como sus trenzas o cabello largo, que fueron cortados desde el primer día, y experimentaron castigos severos por hablar su propio idioma o expresar cualquier vestigio cultural de Orgullo Nativo. La mayoría experimentaron trabajos forzados y muchos murieron de sarampión, tuberculosis y otras enfermedades en un entorno completamente inadecuado para que el desarrollo de sus jóvenes espíritus.
Muchos de esos niños todavía yacen en tumbas en los terrenos de la escuela, no identificados y no reclamados por sus familias que perdieron los lazos con sus pequeños o simplemente no sobrevivieron. Tanto en Canadá como en los EE. UU. actualmente hay campañas para recordar e identificar a esos niños (el Registro Nacional de Residencia de Estudiantes de Escuelas Residenciales en Canadá ha identificado hasta el momento 2.800 nombres), y llevar los restos a sus tribus (gracias a los esfuerzos de una coalición de organizaciones nacionales en los Estados Unidos). Es innecesario decir que tales esfuerzos son imperativos para abogar por la justicia y brindar la sanación que tanto necesitan estas comunidades, como la Nación Oneida, que recientemente recibió los cuerpos exhumados de tres niñas: Jemima, Sophia y Ophelia.
En 2007, bajo la presión de la Asamblea de las Primeras Naciones y las organizaciones Inuit en los tribunales, el gobierno canadiense estableció un paquete de reparaciones de $ 1.9 mil millones para los sobrevivientes de las escuelas de residencia (internados), y en 2008, estableció una Comisión de Verdad y Reconciliación para abordar públicamente las experiencias de los niños indígenas en las escuelas de residencia en todo el país.
#OrangeShirtDay es una de las muchas iniciativas que han surgido de este proceso para proporcionar una plataforma, para que los sobrevivientes compartan sus historias y comiencen a recuperarse. Las escuelas y organizaciones de todo Canadá han aprovechado #OrangeShirtDay para educar, abrir debates y reconocer a los sobrevivientes de las escuelas de residencia. También brinda a los indígenas la oportunidad de reconectarse con su cultura, como en el programa de Anish Corporation «De Sobrevivir a Prosperar» en Manitoba, dedicado a las personas mayores con programas de enriquecimiento cultural intergeneracional y talleres sobre temas como la comprensión del trauma, la sanación personal y opresión internalizada.
En los EE. UU., los Indígenas reconocen cada vez más el 30 de septiembre como una oportunidad para recordar la experiencia etnocida del internado y el trauma intergeneracional que aún se vive hoy, en la celebración de eventos y en las redes sociales:
La Coalición Nacional de Sanación del Internado Nativo Americano también se creó en los EE. UU., después de reunirse con sus homólogos canadienses en 2011 y reconocer que también debe implementarse una estrategia hacia una Comisión de la Verdad y la Reconciliación en los EE. UU., su sitio web es un recurso impresionante de documentación histórica, defensa, recursos para la sanación y seminarios web en curso.
El proceso de «civilización» forzada fue experimentado por los pueblos Nativos e Indígenas de todo el mundo durante siglos en un proceso de asimilación racista. En América Latina, millones fueron reclutados por la fuerza en los ejércitos y despojados de su identidad cultural, aún más, establecidas las llamadas «Repúblicas», que reclamaron la independencia de España, pero forzaron una asimilación de todos los nuevos «ciudadanos» bajo una bandera, un idioma y una religión. Incluso hoy, el racismo en las zonas urbanas todavía se resiente por los indígenas en las calles, en los restaurantes, en las escuelas, en los tribunales.
Sin embargo, la ejemplar resiliencia de los pueblos indígenas ha demostrado su capacidad de retoñar de las cenizas y liderar el camino hacia un mundo más inclusivo y justo, redefinido por la riqueza de nuestra hermosa diversidad.
RECURSOS:National Native American Boarding School Healing Coalition en los Estados Unidos.
Truth and Reconciliation Commission en Canada
Organización #OrangeShirtDay
Testimonio de un sobrviviente del internado, un extracto de la película «Our Spirits Don’t Speak English: Indian Boarding School» (Nuestros Espíritus No Hablan Inglés):
Libros para Niños