Pequi, Un árbol con propiedades medicinales, promovido por las comunidades indígenas del Brasil contra los monocultivos
En la zona del Alto Xingú, en donde residen los 16 pueblos indígenas del Mato Grosso, el Estado más deforestado por la agroindustria del monocultivo de soja, las comunidades luchan por recuperar la selva, la cultura, así como proteger el agua, la tierra y el territorio. Entre las especies de árboles endémicos con que han estado reforestando se encuentra el Pequi. Es un árbol maderable, que es usado comúnmente en la construcción, pero además tradicionalmente se ha usado en procesos de medicina tradicional, y de sus frutos se puede extraer aceite.
La Asociación Indígena Kisêdje (AIK), ubicada en la Tierra Indígena de Wawi, integrante del Territorio Indígena del Xingú, ha desarrollado una alianza con las demás comunidades indígenas para intentar contrarrestar el efecto del cambio climático en su región. Cada socio se encuentra intentando soluciones locales, para después transmitir la experiencia y compartir los saberes de cómo sobrevivir a la voracidad de la agroindustria del monocultivo deforestador.
Ellos usan el aceite de Pequi para cocinar, pero también como medicina. Han logrado su producción con muy alta calidad y lo están comercializando con éxito dentro y fuera de Brasil. Por su alto contenido de vitamina A y E, y sus cualidades terapéuticas, el aceite de Pequi ha sido probado incluso en el alto rendimiento de atletas olímpicos, reduciendo el estrés, disminuyendo el colesterol y regulando la presión arterial, lo que permite una recuperación más rápida de los competidores, en forma natural. El fruto del Pequi y su aceite pueden ser utilizados para la rehabilitación óptica porque ayuda a detener la degeneración macular. El aceite puede ser utilizado en la recuperación de la epidermis en heridas, quemaduras, así como es utilizado como auxiliar en tratamiento de eczema y psoriasis.
Las hojas del árbol se usan para tratamiento de asma, gripe e infecciones bronquiales, así como regulación del flujo menstrual. Se usa como fungicida para combatir algunos hongos en la piel. Por estas propiedades y su gran capacidad de regeneración celular es usado en atención a pacientes con VIH. Se usa localmente para producir tintes para textiles de producción artesanal. Hidrata la piel y el cabello, por lo que se usa en la producción de jabones y champús. Tiene propiedades antiinflamatorias. Ayuda a la eliminación de los radicales libres, con lo que puede colaborar en la prevención del cáncer.
Haciendo una comparación con el árbol de Palma Africana para producir aceite de palma, el cultivo de Pequi está promoviendo la reforestación y saneamiento de suelos en estas regiones, ya que incluso utilizan la pulpa para crear composta y recuperar suelos. Así mismo, cuando los árboles llegan a su cénit de vida, las comunidades utilizan la madera para la construcción de casas, canoas, e incluso el carbón de Pequi es un carbón de alto rendimiento.
La AIK ha participado recientemente en la Movilización Nacional Indígena en Brasilia contra las políticas de nuevo gobierno federal de su país. Ellos mantienen un compromiso en defensa de sus tradiciones, su herencia cultural, su selva. En contrasentido, el gobierno federal brasileño está intentando legislar para terminar con derechos constitucionales de los pueblos indígenas, como el derecho a la consulta sobre su tierra y territorios, y el acceso a los sistemas de salud pública, con lo que se promovería un mayor aislamiento de las comunidades originarias. En forma lamentable, incluso funcionarios que han sido designados para atención de las poblaciones indígenas del Alto Xingú, sostienen expresiones racistas y discriminatorias que los mismos pueblos han denunciado, bajo amenaza contra los sistemas de salud comunitario local.
Por ello es fundamental para la AIK la promoción de proyectos que le permitan generar procesos de sustentabilidad ambiental económica y cultural para recuperar la iniciativa y crear resiliencia comunitaria. Para ello, no sólo producen aceite de Paqui, además empoderan a los jóvenes, pues han creado un equipo de jóvenes comunicadores, que cuentan con recursos tecnológicos de vanguardia para sus procesos comunicacionales. No sólo tienen acceso a cámaras y computadoras, mantienen un monitoreo constante de la deforestación con varios drones sobrevolando su territorio. Además han establecido una escuela práctica que incorpora a jóvenes de todas las comunidades al proceso de aprendizaje del manejo de los equipos.
Es precisamente a esta Asociación Indígena Kisêdje que ha sido reconocida por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, a través del Premio Ecuatorial 2019. El reconocimiento hace énfasis en el trabajo comunitario en la lucha contra el cambio climático y alternativas al desarrollismo en la producción de aceite de Pequi. Este tipo de reconocimientos son importantes porque permiten a las organizaciones desarrollar fuertes posicionamientos e incrementar su presencia, por su peso moral internacional, y pueden ayudar a la organización a servir de contrapeso local a las medidas federales. También puede suceder que el premio ayude a poner mayor atención en las prácticas controversiales de la agroindustria en la región y podría generar mayor presión contra los monocultivos.
Para información sobre la producción del aceite: Aqui
PARA MÁS INFORMACIÓN: La AIK es una de 22 comunidades indígenas que fueron reconocidas por el PNUD con el Premio Ecuatorial 2019.