Pueblo Maya lucha contra el racismo en Guatemala

Ilustración: Desirée Cordón. @deeilustra
Ilustración: Desirée Cordón. @deeilustra
Desirée Cordón.
@deeilustra

El Pueblo Maya en Guatemala está de luto y exige justicia por el linchamiento del abuelo espiritual y científico Domingo Choc—Ajq’ij y Aj Ilonel (herbolario y guía espiritual)—quien fue acusado de «brujo» y quemado vivo el día 7 de junio. Domingo Choc era experto en medicina tradicional conocido como «Abuelo Domingo» o «Tata Mingo», quien además era integrante de la Asociación de Consejos de Guías Espirituales Releb’aal Saq’e’ (ACGERS). Él contribuía con dos investigaciones conjuntas de las Universidades de Zúrich, Suiza, University College of London, Inglaterra, y la Universidad del Valle de Guatemala. Era un firme creyente de que el conocimiento ancestral debía ser compartido con las nuevas generaciones.

Dos hombres y mujeres fueron arrestados acusados de su asesinato. Las organizaciones sociales y portavoces Mayas se han movilizado para pedir justicia pero también para hacer un llamado en contra del racismo que todavía pervive en Guatemala, como sequela del colonialismo y la guerra sucia del siglo pasado.

Ilustración del Consejo del Pueblo Maya, CPO, https://www.facebook.com/cpogt/

«Durante el genocidio último, una de las justificaciones que utilizaba Ríos Montt para legitimar sus crímenes contra las comunidades Mayas, era decir que los indígenas mercían morir porque eran brujos, que sólo le traían maldición al país. Y todo esto formó parte del adoctrinamiento de la formación militar,» dijo la Dra. Aura Cumes, antropóloga, investigadora y docente Maya-Kaqchikel durante un seminario virtual organizado por el Consejo del Pueblo Maya.

Entre 1960 and 1996, más de 200,000 personas perdieron la vida, la gran mayoría de ellas indígenas, en una guerra sucia donde el estado utilizó el reclutamiento forzado y el racismo como principal herramienta represiva, con total apoyo del gobierno de los EEUU. El asesinato del Domingo Choc ha revivido un debate nacional en Guatemala sobre la profunda raíz estructural de este racismo, en un país donde 41% de la población es indígena, sobrevivientes de un conflicto armado etnocida.

En un comunicado conjunto (ver abajo PDF), más de 21 organizaciones y múltiples personalidades guatemaltecas denunciaron de igual manera:

La persecución y criminalización de los especialistas de los conocimientos de la cultura Maya, no ha cesado. Se inició desde la colonia. Invasores y doctrineros, en nombre de dios, de la iglesia y del rey de España apresaban, lapidaban y asesinaban a las abuelas y los abuelos Ajkun, Iyom, Ajq’ij y otros. Además, quemaron los libros, papiros y pinturas, obras maestras de nuestras abuelas y abuelos. Durante el conflicto armado interno, en los años de 1980, el alto mando del ejército, en su estrategia contrainsurgente, vinculó brujería con apoyo a la guerrilla, de esta manera justificó la criminalización, persecución, tortura y asesinato de grandes abuelas y abuelos, sabios de la cultura maya.

La dominación colonial, añade la Dra. Cumes, ha creado una aceptación e interiorización de la reproducción de la violencia. La religión y el mundo occidental han creado este sentimiento de superioridad por sobre los conocimientos Mayas que debe ser cuestionado. «Solamente el dogma cristiano, proveniente de la civilización occidental, que también puede ser laica, con su maquinaria de muerte puede tachar como brujería a la sabiduría y los saberes que han creado la vida en las sociedades Mayas durante por lo menos 15 siglos,» dijo la Dra. Cumes. «Nuestra reconstitución como Mayas es algo que necesitamos hacer.»

 

En Guatemala el racismo es una herida abierta y existe aún una clase media y alta en ese país que se indigna de los atentados racistas en EEUU, sumándose al #BlackLivesMatter, pero cierra los ojos ante la realidad nacional. Para contrarrestar esta actitud, varias líderezas y líderes indígenas se pronunciaron en medios sociales con los hashtag #GuateRacista y #LasVidasMayasImportan, en contra de una sociedad donde el ser indígena es cuestionado y perseguido todos los días.

Los profesionales de todos los campos que tienen raíces indígenas o se reconocen a sí mismos como integrantes de algún pueblo indígena, han replanteado un país que se presenta como una «atracción turística» indígena, incluso se llama así misma «El Corazón del Mundo Maya», pero al interior discrimina abiertamente a sus pobladores originarios.

«Evidenciar el racismo no nos convierte en resentid@s, como muchos señalan. No olvidemos que negar el racismo es negar todas las desigualdades y las violencias históricas que ha y sigue generando a los pueblos originarios y las mujeres indígenas,» escribe la cantaautora Sara Curruchich en su cuenta de Twitter.

«El fundamentalismo religioso que invade a los pueblos originarios es el resultado de la colonización, porque existe un vínculo ineludible entre el empobrecimiento y la dependencia a la religión. Domingo Choc fue asesinado por una turba de personas empobrecidas por el racismo estructural cuyas ideas del diablo, el infierno y la brujería les fueron impuestos por generaciones con violencia y mucho dolor. Quienes lo mataron son producto del despojo de los conocimientos y la cosmovisión que son aborrecidos por la ideología racista que relaciona todo lo nativo con lo salvaje. Su asesinato es efecto de la dominación que promueve el racismo,» escribe la académica y escritora Sandra Xinico Batz en su columna para La Hora.

El Colectivo Oxlajuj Q’anil, Colectivo de Espiritualidad Maya de Chiapas, México, se pronunció fuertemente contra aquel racismo interiorizado vivido como secuela del colonialismo brutal: «Nuestro corazón se llena de indignación cuando vemos que la paz de nuestros pueblos es herida por hermanos de nuestra propia sangre, pero con distintos pensamientos, vemos cómo la huella profunda de la colonización del pensamiento de la extensión de la guerra prolongada contra nuestros pueblos…

Pedimos se trabaje con la comunidad para sanar el trauma y dolor colectivo… No queremos niños y niñas con temor ni miedo por seguir el conocimiento ancestral de nuestro pueblos, queremos personas que sientan la libertad de expresar nuestra Espiritualidad.»

El Pueblo Maya busca reconstruir una Guatemala libre del pensamiento colonial lineal, por eso el llamado al «derecho a expresar nuestra Espiritualidad,» para que las próximas generaciones puedan reconectarse con sus ancestros y vivir en armonía con la tierra. El Pueblo Maya exige una vez más respeto y dignidad, en toda su complejidad.

«Nuestros antepasados desde hace 15 siglos no necesitaron de la ‘ciencia’ [occidental] para poder entender el sentido de la vida, para crear sus propias formas de alimentación, para hacer su vestuario, para cuidar lo que da la vida, para establecer formas de gobierno, para darse cuenta que no somos el centro de universo sino un hilo más en el tejido del pluriverso,» cierra el círculo la Dra. Aura Cumes.

Como lo menciona el comunicado de acción colectiva:

La cultura maya es holista, en ese marco los conocimientos de plantas y de ceremonias curativas son expresiones conjuntas, por eso el abuelo Domingo era Aj-ilonel y Ajq’ij a la vez, porque para trabajar con las plantas debe estar en comunicación con el aire, agua, fuego y tierra, así como con los antepasados…

Para sus hechores murió el brujo, pero para nosotros, Tat Domingo se transformó en una nueva estrella de luz, de vida, de verdad y justicia. El estará en nuestras invocaciones y en nuestras ceremonias. Nadie va a poder impedirlo.

Querido Domingo Choc, tu memoria y enseñanzas pervivirán por siempre.

PARA MÁS INFORMACIÓN:

Comunicado-Colectivo-2