Durante los últimos 20 años los Talladores de la Casa de las Lágrimas (House of Tears Carvers) de la Nación Lummi han estado tallando tótems sagrados para eregirlos por diversos puntos en el hemisferio norte. El proceso del tallado así como los viajes que emprenden para entregar el tótem es una experiencia sagrada que busca defender el patrimonio natural y cultural, la soberanía, la salud pública y el medio ambiente. Esta vez están transportando un tótem sagrado llamado “Wind Dancing Eagle Feather” (la pluma de águila que danza con el viento) que visitó varios puntos de luchas indígenas antes de ser entregado a la administración de Joe Biden y la Secretaria Deb Haaland como símbolo de la fuerza espiritual y resistencia de los pueblos. Su travesía llamada el “Camino Rojo a DC” (Red Road to DC) ha atravesado más de 7400 millas, del 14 al 29 de julio. El destino final del tótem será el Museo Smithsonian.
Esta gira es un esfuerzo organizado en coalición por la House of Tear Carvers, Se´Si´Le, Native Organizers Alliance, el Natural History Museum e Illuminative.
Tallado por Se-sealth Jewell James y varios asistentes de su comunidad, el Tótem lleva varios significados espirituales profundos de lucha, sobrevivencia y entereza de los pueblos. Animales como el águila, el salmón, el lobo, el oso y la serpiente adornan el tótem como símbolo de la fuerza espiritual y protectores de la Tierra. También se encuentra la “Madre Arrodillada Rezando” que representa la abuela que preserva el conocimiento ancestral, mujer curandera y la Madre Tierra y junto a ella, su hija o nieta, representando a las futuras generaciones que siguen las tradiciones culturales. Junto a ellas se puede observar las “Siete Lágrimas”, “Lluvia que Cae” y el “Río de Vida”, símbolos del trauma generacional por el abuso colonial y la importancia de utilizar la canción y las ceremonias para sanar este dolor. El río, alimentado por las lágrimas y la lluvia, símbolo también de la sangre de la Madre Tierra, representa el fluir de la esperanza y las enseñanzas ancestrales que sobreviven a pesar del trauma. Incluído allí también está un “Niño Mexicano en una Prisión” para recordar a todos los niños y niñas migrantes que fueron separados de sus familias para ser recluidos en cárceles por la adminstración de Trump. Nos recuerda igualmente a tados aquellas víctimas de los internados o “escuelas residenciales” para la asimilación forzada. En su declaración de artista, Se-sealth nos dice, “Nuestras interrelaciones con los pueblos indígenas al norte o al sur de estas fronteras preexistían a la formación de Estados Unidos, Canadá y México. Como decimos en saludos y clausuras, nuestras palabras se dirigen a «¡Todas mis relaciones! [All my relations!]».
El Tótem Sagrado empezó su viaje en mayo por la costa oeste de país, haciendo una parada en Chemewa Indian Boarding School, un internado de asimilación forzada donde varios niños y niñas de la Nación Lummi, el pueblo de los talladores, fueron llevados y separados de sus familias, de su idioma y de sus prácticas culturales. Allí realizaron una ceremonia espiritual para honrar a los más de 300 niños y niñas Lummi que nunca fueron devueltos y los tantos muchos que perdieron sus vidas bajo políticas genocidas de los Estados Unidos y Canadá.
Otra parada importante fue en el río Snake en territorio Nimiipuu para resaltar los esfuerzos que se están haciendo por rescatar al salmón, víctima de las represas y las aguas que se están calentando por la crisis climática. La organización Nimiipuu Protecting the Environment, que se dedica a restaurar prácticas culturales como tallar canoas a mano, reconociendo su vínculo intrínseco con las aguas del río, está exigiendo que se rompan varias represas casi en ruinas.
Varias de las paradas del Tótem Sagrado son lugares simbólicos de la lucha de los pueblos Nativos del norte, como la preservación del Cayón Chaco en Nuevo México y el Bear Ears National Monument en Utah amenazados ambos por masivos proyectos extractivos. Este último es un esfuerzo liderado por mujeres que un artículo de opinión publicado en el Washington Post explican el profundo significado de su territorio: “Hemos nacido en estas tierras. Aquí están enterrados los cordones umbilicales de nuestros antepasados. Nuestras genealogías están entrelazadas…Oramos por el Monumento Nacional Bears Ears y nuestros parientes no humanos. No sólo estamos orando por Bears Ears. Cada nación tribal se relaciona con estas montañas sagradas y sus propias tierras ancestrales. También oramos por ellos.”
También visitaron lugares simbólicos de gran resistencia y resilencia, como la sagrada Hasápa (Black Hills) en South Dakota donde los pueblos nativos han luchado por generaciones por recobrar sus tierras robadas. O el territorio de Standing Rock Sioux, donde se llevó la ahora histórica resistencia contra el oleducto DAPL y todavía se están haciendo esfuerzos por cerrar los pozos que ponen en riesgo el futuro de la humanidad. Allí el miembro del consejo tribal, Charles Walker, recordó a los presentes: “Standing Rock llamó la atención de millones de personas en todo el mundo en 2016. Miles de pueblos nativos se unieron, al igual que lo están hoy, mientras damos la bienvenida al tótem, para decir que ya es suficiente. Decimos no al veneno en nuestras aguas sagradas. No a la destrucción de nuestras tierras sagradas».
En Minnesota, el Tótem Sagrado pasó por el territorio de White Earth donde actualmente cientos de personas están arriesgando su seguridad y sus cuerpos para detener la construcción de la Línea 3, un oleoducto para transportar petróleo de arenas bituminosas de Alberta, Canadá. Se calcula que esta extracción produce 30% más de gases invernadero por barril que el petróleo convencional.
Parte importante de esta gira es una campaña para que los Estados Unidos reconozcan el derecho a la consulta previa e informada de los pueblos indígenas. “El objetivo principal es proteger esos sitios sagrados de las amenazas existenciales de la crisis climática y las industrias extractivas, y garantizar que las naciones tribales tengan un asiento en la mesa cuando se tomen decisiones que los afecten.”
Los organizadores de este tour recalcaron cómo un hilo común de todos los lugares visitados fue los testimonios de la gente sobre sequías, incendios e inundaciones, todas consequencias de la crisis climática, que está poniendo a riesgo plantas, medicinas y la vida silvestre de la que dependen los pueblos originarios. A esto hay que añadir cómo los proyectos extractivistas continúan poniendo en riesgo el elemento más básico y más crucial: el agua, que es la vida misma. Por eso los organizadores de la gira siempre firman sus comunicados de la misma manera: Water is life.
PARA MÁS INFORMACIÓN:
Declaración del artista Jewell Praying Wolf James