Más de 250 mujeres representantes de organizaciones indígenas de todo el continente se reunieron en la Ciudad de México para discutir la coyuntura política y social actual de las Américas que afecta mujeres, niñez y jóvenes indígenas. En el marco de la lucha contra las violencias y el feminicidio, las y los participantes se reunieron del 26 al 29 de febrero para hablar sobre construcción de la libre determinación y autonomía, derechos territoriales, paz y justicia, diálogo intergeneracional, derecho a la comunicación y tecnologías, soberanía alimentaria y derecho a una vida libre de violencia.
Producto del diálogo entre hermanas y análisis de los contextos locales, las participantes del VIII Encuentro publicaron una “Declaración Política de las Mujeres Indígenas contra las Violencias” en la que hacen énfasis en las diversas formas de violencias, reales, simbólicas, territoriales, culturales que se ciernen sobre la vida y la seguridad de las mujeres indígenas. Abogan por el diseño de políticas públicas con presupuestos asignados por los estados nacionales, que reconozcan los esfuerzos de las mujeres indígenas en su lucha contra las violencias. Se resalta la necesidad de que los países establezcan un proceso de reparación histórica, individual y colectiva, que restituya, promueva la sanación y provea la indemnización a las víctimas con su participación activa.
El Encuentro Continental de Mujeres Indígenas nació en 1995 para visibilizar la lucha de las mujeres indígenas en el marco de la Conferencia Mundial sobre la Mujer de Beijing. Liderado por el Enlace Continental de Mujeres Indígenas (ECMIA), esta articulación de organizaciones de mujeres indígenas y mixtas, han logrado desarrollar intensas actividades de coordinación que ahora alcanzan a mujeres indígenas de 23 países de la región.
Parte importante de su esfuerzo incluye realizar encuentros de intercambio que emprendan procesos de formación y un “balance intergeneracional” (a través de seminarios, talleres y apoyo a la construcción de alianzas), para fortalecer las capacidades de liderazgo y la participación de Juventud ECMIA en la incidencia de políticas públicas. En su declamación propia las jóvenes aseguran:
Somos la continuación histórica de los sueños y luchas de nuestras ancestras y asumimos el compromiso de seguir en este camino juntas y transmitirlo a nuestras futuras generaciones. Somos jóvenes indígenas diversas: rurales, migrantes, de la diversidad sexual, trabajadoras, estudiantes, defensoras y liderazas. Rechazamos toda forma de discriminación y violencia hacia las mujeres, niñez, adolescencia y juventud indígena. Nos solidarizamos con los grupos históricamente oprimidos… Hemos tenido que dialogar e interactuar con el sistema occidental, sin embargo, sentimos que nuestras voces están ausentes en los espacios de toma de decisiones que afectan nuestras vidas y la de nuestros pueblos.
Esta fuerza internacional de mujeres demanda de los estados y organismos internacionales una visibilización de las violencias y compromisos a documentar los impactos de la violencia producto del patriarcado, del extractivismo y la lucha contra los megaproyectos, el racismo y la discriminación. También exigen el respeto irrestricto a los derechos sexuales, reproductivos, culturales y tradicionales.
En el marco del VIII Encuentro, se realizó también la muestra de cine «Nuestra Vida en Imágenes. Violencias y Mujeres Indígenas», que presentó materiales cinematográficos de los pueblos indígenas Embera, Guaraní, Innu, Maya, Mixteco, Navajo, Primeras Naciones (Canadá), Quechua y Waranka dirigido por cineastas mujeres y que también fue presentado en Lima en agosto del 2019.
PARA MÁS INFORMACIÓN:
- Visita http://ecmia.org/
- Chirapaq, Centro de Culturas Indígenas del Perú, Cine Indígena