DE LOS EDITORES: El gobierno de Bolsonaro se ha distinguido por una abierta violación contra los derechos de los pueblos indígenas, al fin y al cabo, llegó al poder gracias al apoyo de la agroindustria y sus discursos anti-indígenas fueron evidentes en el lanzamiento de su campaña. El pasado 22 y 23 de junio, la política de agresión de Bolsonaro fue evidente en la represión sufrida por manifestantes indígenas que se habían movilizado pacíficamente ante el Congreso contra propuestas de ley como la PL 490 que, en base al «marco temporal», buscan nulificar sus derechos territoriales. En base al impresionante trabajo de comunicación de la Articulação dos Povos Indígenas do Brasil (APIB), y respetando la voz de los pueblos, compartimos una crónica de los últimos avances y desafíos de los derechos indígenas en el Brasil.
Levantamiento por la Tierra
Cerca de 850 representantes de 45 pueblos y nacionalidades indígenas se movilizaron de varias regiones a Brasilia este mes en un plantón en Brasilia que han llamado Levante pela Terra, declarándose en estado permanente de movilización para detener proyectos de ley anti-indígenas en el Congreso Nacional. En su “Carta dos Povos Indígenas do Brasil: Levante pela Tierra” escriben:
La lucha por la vida nos llamó, y llegamos a Brasilia para montar nuestro campamento Levantamiento por la Tierra en defensa de nuestros derechos, principalmente territoriales. Volvimos a ocupar los céspedes de la capital federal luego de dos años sin movilizaciones presenciales, especialmente el Acampamento Terra Livre (mayor asamblea de pueblos indígenas de Brasil, que, debido a la pandemia Covid-19, se realizó virtualmente en 2020 y 2021 ).
Nuestros líderes, que ya están completamente inmunizados con la vacuna contra el nuevo coronavirus, se reúnen en este momento para hacer eco de nuestras maracas y reafirmar que, en medio de la mayor emergencia sanitaria y humanitaria de los últimos años, la vida de los indígenas importa.
El Acampamento Terra Livre siempre ha estado caracterizado como un acto de resistencia y de celebración de la riqueza cultural de los pueblos.
Proyectos de ley
El gobierno de Bolsonaro pretende afincar su proyecto extractivista y agro-depredador mediante una serie de propuestas legislativas que ponen en riesgo la existencia misma de los pueblos indígenas del Brasil. Entre éstas, la legislación PL 490 eliminaría demarcaciones milenarias de los territorios indígenas. En su declaración del 9 de junio, la APIB afirma:
En la práctica, este proyecto representa un nuevo genocidio contra los pueblos indígenas. El PL es inconstitucional y podría terminar con la demarcación de Tierras Indígenas en Brasil, permitiendo la apertura de territorios para la exploración depredadora. Además de la PL 490, otras propuestas anti-indígenas que suponen una amenaza para el medio ambiente están en la agenda del Congreso.
Otros proyectos de ley buscan facilitar la ocupación y deforestación ilegal de territorios (PL 2633/2020 o PL da Grilagem), permitir la construcción de carreteras a través de parques nacionales (PL 984/2019), una ley que ataca directamente la Convención 169 por el derecho a la consulta previa en informada (PDL 177/2021) y una ley que autoriza proyectos extractivistas en territorios indígenas (PL 191/2020).
La PL 490, aprobada este miércoles por la Comisión de Constitución y Justicia, pasará a votación en el pleno próximamente, pero también debe sobrevivir una demanda de los pueblos indígenas ante el Tribunal Supremo Federal (STF) por violar la constitución. La corte está agendada a tomar una decisión el 30 de junio. En su declaración escriben:
Estos proyectos, que en repetidas ocasiones hemos denunciado como genocidio y ecocidio, encontraron en la pandemia Covid-19 un terreno fértil para “pasar el rebaño”. En un mundo enfermo y ante un proyecto de muerte, nuestra lucha sigue siendo por la vida, ¡contra todos los virus que nos matan!
La Cámara de Poblaciones Indígenas y Comunidades Tradicionales del Ministerio Público Federal (6CCR / MPF), máximo órgano vinculado a la Procuraduría General de la República, emitió un documento en el que establece que el PL 490 viola la Constitución y repite vicios de otras propuestas legislativas contrarias a los derechos indígenas.
En una carta abierta a la Corte Suprema de Brasil, de más de 300 miembros de la sociedad civil, explican el despojo histórico de los territorios indígenas que, contrario a lo que se piensa, tomó mayor vigor durante una «expansión civilizatoria» impulsada por la dictadura militar. Insisten que quitar el resguardo jurídico a las tierras ancestrales abriría las puertas a una violenta exterminación por intereses económicos:
Aunque se han iniciado muchos procesos de demarcación, hay alrededor de 231 procesos de demarcación estancados y 536 solicitudes indígenas para establecer grupos de trabajo para identificar otras tierras tradicionales. La paralización de gran parte de los procesos de demarcación de la FUNAI es resultado de demandas presentadas por ocupantes no indígenas (agricultores o autoridades públicas estatales), encaminadas a la nulidad de actos administrativos que declaraban la tradicionalidad de la tierra indígena actualmente ocupada por ellos con fines comerciales o no.
Represión sistemática y movilización nacional
El campamento Levantamiento por la Tierra cuenta con un gran apoyo del movimiento social en la capital, y el 19 de junio realizaron una gran movilización de más de 30 mil personas exigiendo vacunación contra el COVID-19, seguridad alimentaria y contra la agenda anti-indígena del gobierno.
En su comunicado del 20 de junio, el coordinador ejecutivo del APIB, Kretã Kaingang, afirmó, “Si no morimos por el virus, nos matarán las políticas anti-indígenas de Bolsonaro y no podemos ver esto, sin resistir”.
Dos días después, en espera a la votación del PL 490 por la comisión ante el congreso, los manifestantes indígenas, incluyendo niños y ancianos, fueron atacados por la policía militar y un fuerte aparato represivo, que incluyó un vehículo blindado y caballería, gas pimienta y gases lacrimógenos. Hubo tres heridos y hasta diez intoxicados. Más de 170 organizaciones firmaron una carta de rechazo a la violencia estatal contra la resistencia indígena y en rechazo a cualquier legislación que promueva,
Un modelo de desarrollo ambientalmente depredador y socialmente excluyente. En la práctica, obligarán a los pueblos indígenas a renunciar a su forma de vida ancestral.
Los sucesos en Brasilia fue tan sólo la más reciente expresión de esta violencia agenciada por un estado represivo, ya sea directamente por fuerzas militares y policiales, o al hacer la vista gorda de elementos ilegales como los garimpeiros. El medio periodístico Pública hace una excelente crónica de lo sucedido y cómo la violencia contra los pueblos indígenas empezó ya en sus territorios días antes para prevenir que llegaran a Brasilia y los primeros gases lacrimógenos se sintieron el 16 de junio.
La diputada federal Mônica Seixas (Psol-SP) denunció en su cuenta de Twitter que aquel mismo día, mientras reprimía a la movilización indígena, Bolsonaro se reunió con los representantes de la minería ilegal y los agro extractivistas: “Ahora hay una represión brutal contra los pueblos indígenas que marchan hacia el congreso nacional para decir no al PL 490. Bolsonaro solo dialoga con mineros y agro fascistas. Para los pueblos originarios sólo bomba y etnocidio.”
En su manifiesto del Levantamiento por la Tierra, los pueblos alertan que:
Estos proyectos genocidas y ecocidas utilizan la pandemia Covid-19 como cortina de humo, aumentando la violencia contra los pueblos indígenas y los conflictos en nuestros territorios, incluso entre familiares. Estos conflictos son avivados por el gobierno con el objetivo de dividir, debilitar y desmovilizar a nuestros pueblos, organizaciones y líderes. ¡Sepa que no dejaremos que esta estrategia nos abrume!
En un manifiesto de la Articulação Nacional das Mulheres Guerreiras da Ancestralidade (ANMIGA) en contra de la PL 490, se pronuncian igualmente:
Las mujeres somos las guardianas del conocimiento ancestral. Nunca estaremos solas, siempre estaremos a la altura de cada ataque a nuestros derechos. Seguimos movilizadas y con la fuerza de nuestra ancestralidad nos mantenemos firmes en la lucha por la vida y por nuestros territorios. —ANMIGA
A continuación reproducimos un manifiesto de la APIB sobre la represión:
¡La vida es una batalla!
Brasilia 23 de junio de 2021
Luchamos con nuestras oraciones y cánticos. Nuestros escudos son los maracás y nuestros ancestrales. ¡El Gobierno recibe a los ruralistas por la puerta de entrada y a nosotros indígenas con bombas, gas pimienta, violencia y odio!
En medio de la pandemia Covid-19, decidimos movilizar el Levante por la Tierra, en Brasilia, con fines de evitar el avance de la agenda anti-indígena del Gobierno Federal. Por la primera vez en la historia, un presidente de la Fundación Nacional Indígena (Funai) cuerta el diálogo y reprime el movimiento indígena con la policía en la capital federal.
Estamos atentos al Proyecto de Ley 490, que está en la agenda de votaciones de la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara (CCJ). Una propuesta inconstitucional que podría acabar con la demarcación de Tierras Indígenas. Desde el 8 de junio, llevamos a cabo manifestaciones contra este Proyecto de Ley, en las cercanias del Congreso, pero ayer (22) nuestra movilización fue reprimida por la policía en un intento más de silenciar nuestras voces.
La Constitución Federal de 1988 está siendo destrozada para violar nuestros derechos y aumentar los ataques ambientales. Decidimos luchar hasta el final para asegurar no solo el futuro de los pueblos indígenas, sino también el futuro de la humanidad.
Sabemos que los ataques no se detendrán y que no tenemos el privilegio de dejar de luchar. Seguiremos en la capital federal, percutiendo nuestras maracas para que el mundo entero conozca la importancia de nuestras vidas, hasta el último indígena.
No tenemos otra opción: o morimos a causa del virus o somos masacrados por la política de muerte del Gobierno. No podemos sufrir tanta violencia sin reaccionar. Estamos en esta lucha por la vida y por eso seguimos gritando: ¡Sangre indígena, no más!
Por la vida y continuidad histórica de nuestros pueblos, “Dile al pueblo que siga adelante”.
Articulação dos Indígenas do Brasil
Organizaciones Regionales de APIB:
APOINME – Articulação dos Povos Indígenas do Nordeste, Minas Gerais e Espírito Santo
ARPIN SUDESTE – Articulação dos Povos Indígenas do Sudeste
ARPINSUL – Articulação dos Povos Indígenas do Sul
ATY GUASU – Grande Assembléia do povo Guarani
Comissão Guarani Yvyrupa
Conselho do Povo Terena
COIAB – Coordenação das Organizações Indígenas da Amazônia Brasileira
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