
En una demostración de unidad sin precedentes, las Naciones y tribus Nativas de los Estados Unidos están tomando medidas para evitar que el gobierno de EEUU malversen los fondos destinados a la emergencia de salud generada por el COVID-19. Seis gobiernos tribales de Washington, Maine y Alaska pusieron una demanda conjunta contra el Departamento del Tesoro para evitar perder los $ 8 mil millones de dólares que el Congreso asignó exclusivamente a las Tribus Nativas en aplicación de la Ley CARES (Coronavirus Aid, Relief, and Economic Security).
El escándalo se desató a principios de esta semana cuando el Departamento del Tesoro abrió el portal en línea para que las tribus solicitaran los fondos de ayuda que necesitan desesperadamente para enfrentar el COVID-19, sólo para descubrir que el gobierno de Trump estaba malversando el dinero para compañías privadas. Según la cobertura de Indianz.com, uno de los medios nacionales indígenas, la solicitud ahora incluye lenguaje para permitir que «Corporaciones Regionales de Alaska Nativa» soliciten ayuda que debería estar destinada exclusivamente a gobiernos tribales. Esto significaría perder al menos la mitad de los fondos destinados a servir poblaciones Nativas.
Es la peor cara del colonialismo, pero las naciones Nativas se niegan a ser saqueadas. «Es un robo a plena luz del día», dijo el jefe Chuck Hoskin Jr. de la Nación Cherokee en una entrevista con Indianz.Com.
Maria Sháa Tláa Williams, directora del Programa de Estudios Nativos de Alaska en la Universidad de Alaska en Anchorage, escribe en Alaska Native Reader: History, Culture, Politics sobre las raíces coloniales de las Corporaciones Regionales de Alaska Nativa. Con el objetivo de controlar las tierras tribales indígenas en esta región rica en petróleo, el Congreso firmó en 1971 la Ley de Liquidación de Reclamaciones Nativas de Alaska (ANCSA) para abolir los títulos de tierras aborígenes y transformarlos en 13 corporaciones con fines de lucro.
Bajo la amenaza de etnocidio, algunos líderes Nativos del estado de Alaska acordaron entregar toda la tierra en manos privadas a cambio de servicios sociales básicos y permitir que miembros tribales se conviertan en «accionistas» de ANCSA. Los Nativos de Alaska no pueden vender ni intercambiar sus acciones, sólo pueden «regalarlas, cederlas o dejarlas en herencia» y reciben un pequeño dividendo de $300 y $3,700 (por cada 100 acciones).
Además, la Profesora Williams explicaa que ANCSA no se negoció legítimamente con los gobiernos tribales, ni recibió el consentimiento previo de la población Nativa. «ANCSA extinguió las reservas indias previamente reconocidas en Alaska … derechos de caza y pesca, y allanó el camino para que la industria petrolera y el gobierno estatal accedan y transporten petróleo desde el norte de Alaska».
Años después, el gobierno federal se vio presionado a reconocer 229 tribus indígenas en Alaska, con más de 13 mil miembros, aunque sus tierras pertencen aún a las corporaciones de ANCSA.
Según la demanda presentada el 17 de abril por los seis gobiernos tribales, el Departamento del Tesoro de los EEUU está desviando los fondos de CARE para la ayuda de emergencia de salud en territorio indígena, para rescatar, esencialmente, a las ahora 230 corporaciones con fines de lucro en Alaska afectadas por los bajos precios del petróleo. El Center for American Progress califica a una de las 13 Corporaciones Regionales de Alaska Nativa originales como «el más poderoso equipo de cabildeo ártico en existencia«. Con un ingreso enorme de $ 2.5 mil millones, el Arctic Slope Regional Corp. (ASRC) es uno de los terratenientes privados más grandes de Alaska, con 5 millones de acres, y fue instrumental en presionar al Congreso para abrir el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico para la perforación petrolera, hecho ley por Trump en diciembre de 2017.
Las organizaciones Nativas de los EEUU han demostrado un espíritu de unidad y liderazgo sin precedentes, al trabajar conjuntamente y presentar una carta colectiva a los Departamentos del Interior y del Tesoro para exigir que los fondos de ayuda de emergencia COVID-19 se desembolsen exclusivamente a gobiernos tribales. Están alertando a los miembros de la tribus, y al público en general, sobre el intento de la administración Trump de redefinir a las Corporaciones Regionales de Alaska Nativa bajo ANCSA como un «organismo de gobierno indígena reconocido», esencialmente tratando de establecer corporaciones privadas en Alaska como entidades gubernamentales.
En la carta, se lee, además:
indiancountry041620Las Corporaciones Regionales de Alaska Nativa no están en la lista de tribus indias reconocidas federalmente … Como tal, el Departamento del Tesoro debe limitar su aplicación sólo a aquellas entidades con órganos de gobierno reconocidos, compuestos por líderes tribales elegidos o designados [incluidas las aldeas Nativas de Alaska] … En conclusión , cada una de las organizaciones abajo firmantes se compromete a prevenir una grave injusticia y está preparada para garantizar que el CRF se distribuya de manera coherente con la intención del Congreso como expresión de su comprensión y respeto por la soberanía tribal. Nuestros antepasados, quienes nos precedieron, no lo harían de otra forma.