Tlacoculokos es un colectivo de dos artistas autodidactas de Tlacolula, Oaxaca, México, Dario Canul y Cosijoesa Cernas, que se autodefinen como anticapitalistas, punk y antifascistas. Formaron parte de las Clínicas de Especialización en Arte Contemporáneo (CEACO) de La Curtiduría en Oaxaca. Herederos de las enseñanzas de los grandes muralistas mexicanos, con una gráfica multimedia y pluridisciplinaria, están logrando transportar la fuerza del lenguaje artístico que comenzó en la calle, como graffitti, o expresiones artísticas contestarias para llevarlo a los museos.
“El trabajo del colectivo los Tlacolulokos parte de una constante autocrítica del contexto cultural oaxaqueño realizando un análisis desde adentro, no idealización formas de pensar, no teniendo el estereotipo de la tradición como la pureza, sabiendo que los aciertos de desaciertos son de humanos no de culturas.” Afirman sobre sí mismos en sus redes sociales.
Uno de sus trabajos recientes, Oaxacalifornia*, fue hecho bajo pedido por la Biblioteca Central de la ciudad de Los Ángeles. En 1933, la Biblioteca encargó al pintor norteamericano Dean Cornwell una serie de relieves artísticos que relataran la historia de California. En el mural original, Cornwell pintó a los conquistadores europeos como gallardos y relucientes personajes que trajeron la civilización, y los indígenas aparecen como salvajes, o en posturas de servidumbre. Maureen Moore, directora asociada de la Biblioteca un día observó críticamente los murales y decidió emprender una tarea que le tomó años, hasta que logró que el proyecto fuera autorizado y financiado. Después se dedicó a encontrar artistas que podrían reflejar una réplica artística e histórica de esa narrativa colonial en los muros de la Biblioteca.
Cuando la directora del museo encontró a los Tlacolulokos, y finalmente llegaron a un acuerdo, ellos se fueron a vivir un año a Los Ángeles para conocer a la raza*, conectarse con el sentimiento del ser indígena actual, de sus paisanos de Oaxaca que viven por decenas de miles en esa ciudad. Allí encontraron inspiración, identidad y el fuego necesario para encender esa hoguera cultural en que se convirtió el mural que construyeron.
La instalación artística, fue concebida y pintada justo debajo de los murales de Cornwell, símbolos de la conquista relacionados con la represión, la colonización como una herida. Los indígenas representados en la poderosa obra de Tlacolulokos, en cambio, son altivos, dignos, orgullosos, empoderados, contestatarios.
En un entrevista concedida a la biblioteca, comentan: “Desde el principio queríamos como crear un diálogo entre el mural de arriba y el de abajo. En el mural de arriba pues todos los personajes originarios, todos los personajes indígenas están trabajando, o están agachados, o están tristes, o están en un plano inferior, por así decirlo. Los sacerdotes los conquistadores todos salen súper fuertes y guapos. Entonces quisimos hacer de esto una auto representación, ahora del indio orgulloso, porque como Tlacolulokos dice: Nosotros no somos indios bonitos. Estamos cansados de esas pinturas que pintan a los indios bonitos, al buen salvaje. Nosotros somos lo que somos, y somos conscientes de lo que no somos. Somos indios orgullosos, somos indios enojados. Entonces es una representación de cómo nosotros somos.” Afirman mirando de frente.
La narrativa de los murales refleja la mixtura de la vida a ambos lados de la frontera, con fragmentos de vestimentas muy características de las regiones de Oaxaca, por ejemplo Zapotecas y Mixtecas, pero sin folclorizar, y agregando elementos de la cultura de una ciudad como Los Ángeles, hiper urbanizada, y con grandes comunidades multiculturales. Es la representación viva de la cultura indígena actuante, pensante, creativa, y propositiva. Tatuajes, graffitis y miradas desafiantes ilustraron por meses los muros de la Biblioteca Central de la ciudad de Los Ángeles.
Ellos nombraron su obra: Gal rabenee ladxuu, ra galumbanuu xhten guccran nii ne guitenala’dxinu ca binni ma cusia’ndanu, que en zapoteco quiere decir: “Para el orgullo de tu pueblo, por el camino de los viejos y el recuerdo de los olvidados”.
“No buscamos complacerlos, ni de educar a nadie, (nosotros) hacemos preguntas”, dice Dario Canul. Hoy, el MOLA (Museum of Latin American Art), ha incorporado a sus colecciones permanentes la obra Oaxacalifornia, y la exhibe en un recorrido virtual, al que con mucho placer, les invitamos a participar.
* Oaxacalifornia, un término usado por la raza en ambos lados de la frontera México-Estados Unidos, para describir la composición demográfica de quienes han migrado, mayoritariamente, desde México. Es decir, Oaxaca es el estado mexicano del cual han migrado más personas a California, así como Nueva York se le conoce como Pueblayork.
* La raza es un término usado en ambos lados de la frontera, para describir a los mexicanos, como parte de “nuestra raza”, implicando la herencia cultural de ser mexicanos.