El trabajo de comunicadora/es comunitarias/os es palpable tras el incentivo de la beca Awasqa. Esta convocatoria consistió en invitar a jóvenes de Latino América de 18 a 28 años, estudiantes o profesionales de la comunicación y el arte, para que nos cuenten acerca de sus realidades. El propósito de la beca era brindarles los medios para que puedan investigar y escribir tres artículos.
El ejercicio de la comunicación requiere de un acceso privilegiado a los medios y las plataformas para su publicación. Tras esta problemática, Awasqa eligió a 8 jóvenes de los países de: Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Guatemala y México, para que puedan investigar, escribir y producir productos comunicacionales, desde sus historias, perspectivas y formas de vida. Todos estos productos pasan por una revisión antes de ser publicados en nuestra plataforma.
La beca Awasqa valora la importancia de abrir un espacio que incentive la trayectoria profesional de jóvenes comunicadores, en este sentido, estuvo destinada a jóvenes de pueblos originarios y afrodescendientes. Creemos que uno de los retos más importantes es tener las oportunidades de iniciar y recibir mentoría para sus publicaciones.
Nuestrxs becarixs explican que este incentivo les ha permitido crecer profesionalmente al acercarse más a las realidades de sus entornos, abriendo su corazón y sus reflexiones con otras personas. Esto bajo un apoyo solidario del equipo de Awasqa que les permitió fortalecer su redacción, el desarrollo de géneros periodísticos, el análisis crítico, cómo hacer entrevistas, reflexionar sobre la justicia del lenguaje inclusivo y poner en marcha sus iniciativas personales buscando aportar en sus territorios.
María de la Luz Delgado Gomez de Xiquipilli, México, nos comenta: “La colaboración con AWASQA me ha permitido visualizar más posibilidades para documentar y transmitir algunas experiencias y saberes comunitarios de mis pueblos. Me permitió comprender esta tarea como un oficio poco reconocido pero muy necesario en la construcción de narrativas locales, las cuales son indispensables para el fortalecimiento de las identidades y conservación de conocimientos bioculturales.”
Sus ensayos fotográficos incluyen hasta ahora una reflexión sobre la tradición ancestral de recolección de hongos en su comunidad y las problemáticas a la que se enfrentan. También hace una recorrido sobre la construcción de casas de adobe como una forma digna de habitar y de resistencia hacia el desarrollismo tecnológico. Luchita, como le decimos tiernamente, nos dejó este hermoso poema inspirado por uno de sus viajes:
Por su lado, Maholy Gabriela Garcés Guatatuca, desde la Amazonía ecuatoriana, nos ha ayudado a comprender mejor los retos a los que su comunidad se enfrenta cuando la crisis climática y la contaminación convergen. La lucha y resistencia de su pueblo, en particular, de la juventud, es un llamado de solidaridad.

Foto: Marcha en defensa de los ríos 30 de abril, 2024.
“La colaboración con Awasqa me a permitido contar parte de la lucha y problemática de los pueblos indígenas en la Amazonía de Ecuador las cuales no han sido visibilizadas por medios tradicionales. También nos ha dado la posibilidad de volver a conectarnos con nuestras costumbres e idiomas que nuestras abuelas nos han podido compartir en esta búsqueda e investigación para continuar escribiendo. Para nosotros como jóvenes indígenas es muy importante que podamos seguir conociendo y adquiriendo experiencias como medios comunitarios y seguir trabajando en historias escritas para que parte del mundo pueda conocer, las historias no contadas y luchadas de los pueblos,” dice Gaby.
Las narrativas tienen un compromiso con los pueblos y comunidades, pero sobre todo con las preguntas, incomodidades y sentires propios dentro de un contexto social. El trabajo creativo parte de ello para combinar las preguntas latentes del corazón con las herramientas comunicativas y de esta manera crear un lenguaje que traspase las fronteras.

Foto: Cinthya Lizbeth Toledo Cabrera.
Cinthya Lizbeth Toledo Cabrera, de la comunidad Binniza’ (zapoteca), en México, hace una autoreflexión profunda sobre la identidad, al indagar preguntas importantes como: ¿Qué tipo de mujer binnizá soy? y ¿Cómo habitan los espacios las mujeres binnizá? De esta manera construye nuevos espacios para los sentires propios de su generación. Cynthia nos comenta:
“Desde que se me permitió escribir mis sentires me ha beneficiado de forma muy personal, pude escribir sobre incomodidades propias y problemáticas de mi comunidad que probablemente en un ámbito de escritura más académica no me dejaría expresarme de forma tan coloquial y se agradece la apertura que tiene el equipo en ese sentido.”
De la misma forma, Theo Valenzuela Quiñeñir, periodista Mapuche trans no binarie, nos ha compartido su voz fuerte y resiliente en defensa de los derechos de las diversidades ancestrales. Su artículo Refugio Bosque Baucis nos muestra cómo el rescate animal también puede ser un espacio de resistencia del existir entre hermanes y con la naturaleza. También recomendamos su importantísima investigación sobre la discriminación e invisibilización histórica de las diversidades ancestrales.

Foto: Theo Valenzuela.
“La beca ha sido una tremenda instancia de aprendizaje personal y profesional. Por una parte, me ha permitido poder escribir desde otro paradigma en donde la colaboración y el apoyo son clave. De esta manera, no ha sido solo un apoyo económico y profesional, sino que también han sido compañía y guía en este proceso que a veces resulta difícil, sobre todo al momento de abordar problemáticas que atañen la propia vivencia,” nos dice Theo.
Lxs becarixs valoran la libertad creativa de la beca Awasqa al notarse a sí mismos más como narradores antes que expositores. Para Ashanty Lawhier, gestor cultural, músico y narrador comunitario de Palenque, Colombia, su liderazgo en la comunidad lo ha llevado a compartir los hermoso vínculos entre el río y su comunidad así como la importancia de los rituales, música y danza para la cosmovisión palenquera. Ashanty dice que:
“La beca ha tenido un impacto significativo en mi trayectoria profesional. Me ha permitido explorar con mayor profundidad temas que son esenciales para mi comunidad y que antes no había podido abordar desde un enfoque tan estructurado. Este proceso no solo me ayudó a fortalecer mis habilidades de escritura y análisis, sino que también aumentó mi confianza para participar en espacios académicos y creativos.”

Foto: Ashanty Lawhier
Lxs becarixs reconocen la importancia de tener la libertad de contar sus historias en un espacio que les proporcionó el sustento económico para la producción de sus redacciones, además de un equipo de corrección editorial, el mismo que dio seguimiento al proceso.
Evelyn Zerpa, de los pueblos originarios de la región de Salta en la frontera compartida por Argentina, Chile, Paraguay y Bolivia, dedicó su tiempo para hacer estudios académicos del legado de los pueblos. A través de ensayos de cartografía ancestral, nos lleva a un encuentro arqueológico con el Pueblo Tastil y su lucha hasta hoy en día por el reconocimiento y el derecho a la propiedad comunitaria. Así mismo, nos lleva por un viaje genealógico indígena en Salta, que representa a seis pueblos y donde se hablan nueve lenguas.

Maqueta de Santa Rosa de Tastil. Foto: Evelyn Zerpa.
“La beca fue el impulso para animarme a presentar, junto con otrxs amigxs, un proyecto en la provincia para realizar el registro sonoro de la experiencia de los pueblos durante la última Dictadura Militar en el país. Durante las entrevistas que realicé, me tomé la «licencia» para hacer una pregunta sobre lo que lxs hermanxs recordaban de esos años de violencia política. Obtuve información muy importante, que ahora es el punto de partida de aquel proyecto,” nos dice Evelyn.
Estas narraciones de lxs comunicadorxs, han sido cartas de presentación para otras plataformas y grupos de interés acerca de las temáticas presentadas. Los artículos escritos por los becarios de Awasqa son en realidad semillas para llegar a nuevos ámbitos y espacios de visibilización:
Tanto en su ensayo fotográfico por un espacio agrocomunitario de personas de la tercera edad en El Alto, Bolivia, como en su visión de la crisis climática y del agua desde un sentir de mítico-espiritual en Santa Cruz, Paola Gabriela Quispe Quispe nos ayuda a ver lo que comúnmente está invisibilizado. Su aporte para Awasqa es solo uno de muchos proyectos de comunicación que la mantienen ocupada.

Foto: Paola Quispe. Varón con papas en una manta de vicuña, comunidad de Choritotora, provincia Camacho, La Paz, Bolivia
Gracias a la beca pudo participar como periodista en el XI Foro Panamazonico en Rurrenabaque, Bolivia y también de acceder a la beca Zarelia sobre periodismo feminista y antirracista.
El proceso de acompañamiento a lxs becarixs además permite a Awasqa contextualizarnos y acercarnos entre las realidades latinoamericanas y nos da el camino para crear una red de colaboraciones e intercambios con el mismo sentir y compromiso sobre las narrativas de pueblos.
Karla Vanesa Ordoñez Sánchez, desde Guatemala, aprovechó la beca y su experiencia periodística para explorar el uso de los medios audiovisuales y realzar el trabajo de las mujeres indígenas, ya sea las que defienden las prácticas de la cerámica ancestral, así como las que practican medicina ancestral.
El trabajo de nuestrxs becarixs no ha seguido un trabajo lineal, ya que parte de nuestro trabajo ha sido darles el tiempo y espacio necesarios para que puedan hacer la producción de sus trabajos. Como nos dice Luchita, la beca “me hizo reconocer una clave, que es la decolonización del tiempo… que el trabajo escrito sea una herramienta más para conocerse y sanarse, no enfermarse de más. Agradezco profundamente la paciencia y calma con que se han tejido los artículos, respetuosos siempre de nuestros procesos internos.”
Nosotros les agradecemos compartir sus sentires con nosotrxs.